El precio de la gasolina y el diésel da un vuelco: estos son los motivos
El precio de los carburantes se desploma y ya el diésel vuelve a ser más barato que la gasolina. Estas son las tres razones que lo motiva.
Surtidor gasolinera Repsol
Durante las últimas dos semanas, los precios de los combustibles han experimentado una ligera disminución, aunque todavía se encuentran lejos de las cifras registradas antes del inicio de la invasión a Ucrania. El precio del diésel, que en 2022 llegó a subir un 22 %, ahora ha bajado un 2 % y se sitúa en niveles similares a los de marzo de 2022. Es importante señalar que esta reducción se produce a pesar del veto de la Unión Europea a las importaciones rusas.
Además, ha cambiado la tendencia habitual de los precios de los combustibles: el diésel vuelve a ser más barato que la gasolina. En promedio, el precio de la gasolina es de 1,644 euros por litro, mientras que el diésel se sitúa en 1,618 euros por litro.
Aunque hay múltiples razones por las que se produce este hecho, hay tres principales motivos que lo explican.
Un invierno cálido
El invierno en España está siendo especialmente cálido en comparación con el de otros años. A excepción de la última semana, cuando entró la borrasca Isaack, las temperaturas durante los últimos meses del año 2022 y el inicio del 2023 han sido especialmente altas.
Esto hace que los consumidores reduzcan la intensidad de la calefacción o incluso que prescindan de ella, lo que provoca una demanda mucho más baja de diésel y otros combustibles. Con la llegada de la primavera, este efecto sobre los carburantes se hará más notable.
Previsiones ante la Guerra
El 24 de febrero de 2022 comenzó la invasión de Rusia a Ucrania, lo que pilló de imprevisto a medio mundo. Esto provocó que la inflación y, sobre todo, los precios de los carburantes se dispararan, debido a que Europa no estaba preparada para un desabastecimiento de las principales materias primas.
Después de un año, esto ha cambiado y ahora Europa está mucho más preparada. Esta es una de las razones por las que, por ejemplo, el precio de la luz no se ha disparado igual que el año pasado. Al estar más preparado, el continente no depende tanto de Rusia y ha podido tener sus reservas bien cubiertas. Así, la dependencia de gas de Rusia es mucho menor.
La entrada de China e India
Europa ha vetado a Rusia en sus importaciones de petróleo y gas, pero eso no significa que el gobierno de Putin se haya quedado de brazos cruzados. En este sentido, Rusia ha decidido desviar sus reservas de petróleo y gas a otros mercados como China e India. De hecho, estos ahora se han convertido en sus principales compradores y utilizan sus refinerías para quedarse con lo que necesitan y, además, para negociar su compra.
Esto no significa que Europa no compre petróleo y gas ruso, sino que lo hace de manera indirecta a través de estos terceros países. A esto hay que sumar que Estados Unidos no ha reducido su producción, lo que hace que los precios de la gasolina y el diésel bajen, aunque no a los niveles previos a la Guerra.
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