Ya puede nevar que Fernando Grande-Marlaska no dimite. Además, a Pedro Sánchez no le interesa cesarle: ¿a quién va a encontrar más sectario que a este vasco para llevar la cartera ministerial en la que más se dice lo contrario de lo que se piensa con intención de engañar?

La indisciplina reina en España y la indisciplina, cuando nadie se preocupa por cumplir la ley sino para que no te castiguen por incumplirla, no crea libertad sino impunidad.

Lo primero que hay que decir es que España tiene miedo. Marlaska asegura que, según las cifras oficiales, la delincuencia disminuye. Lo cierto es que la delincuencia se ha disparado y que la sociedad española ya no denuncia porque ha dejado de confiar en los políticos, en los tribunales y -esto es lo peor- en el vecino.

Marruecos nos toma el pelo en Barajas, la puerta de España. La solución del Gobierno es abrir más salas de asilo en el aeropuerto, en lugar de prohibir el aterrizaje a la compañía aérea marroquí que ha creado el caos y el abuso de la figura del refugiado: todos son refugiados

 

Cada uno busca su autodefensa bien por huida del peligro -vida de topo- o bien por fabricarse su propia defensa, sea recurriendo a organizaciones privadas o armándose, aunque no pueda acceder a una pistola. El vecino que se defienda como pueda.

Dicho de otra forma, Fernando Grande-Marlaska, el sectario fracasado, provoca la autodefensa del ciudadano...  que siempre es mala cosa. Mientras, la inmigración ilegal se dispara en Canarias y el aeropuerto Adolfo Suárez de Barajas se convierte en un patio de peleas, pero los terroristas son los que rezan el rosario en Ferraz, si ustedes me entienden.

Además, relacionar la inmigración con la delincuencia, aunque la relación es evidente, aunque se sospeche que no podía ser de otra forma, es fascismo. Es lógico, don Fernando nunca va a sufrir el azote de la delincuencia porque él va protegido por un ejército de guardaespaldas.

Si se quiere favorecer la inmigración ilegal, adelante. Pero entonces hay que integrar a los que llegan a España... y el Gobierno lo único que hace es soltarlos en las calles y acusar a alcaldes y autonomías de no ser solidarios

 

También sucede que Marruecos nos toma el pelo en el aeropuerto madrileño de Barajas. La solución del Gobierno es abrir más salas de asilo, en lugar de prohibir que siga operando a la compañía aérea marroquí que ha creado el caos y ha convertido la puerta internacional de España en un parque de enfrentamiento violento entre marroquíes y senegaleses, o sea, entre musulmanes y africanos, enfrentamiento histórico que siempre ha cosechado consecuencias funestas.

Además, si se quiere favorecer la inmigración ilegal, adelante. Pero entonces hay que integrar a los que llegan a España. Lo primero, gastando dinero en enseñarles el idioma, enseñarles a respetar al país de acogida y enseñándoles un oficio. O eso, o mejor que prohíbas la entradas por la fuerza.

El Gobierno Sánchez lo único que sabe hacer con los inmigrantes es soltarlos por las calles y, eso sí, acusar a alcaldes y autonomías de no ser solidarios por no aceptar más inmigrantes cruzados de brazos en sus calles. Y lo de cruzarse de brazos siempre resulta peligroso, porque ya se sabe que cuando el diablo no tiene nada que hacer con el rabo matamoscas.

Al mismo tiempo, vivimos un récord de agresiones de presos a funcionarios de prisiones. La falta de disciplina y la impunidad reinante en las cárceles españoles, y fuera de ellas, es otra de esas realidades tan plausibles como negada en la España del Sanchismo y esto es un elemento que dispara la delincuencia.

¿Existe una relación directa entre el aumento de la inmigración ilegal, sobre todo musulmana, y las violaciones sexuales a mujeres? Por supuesto, pero eso es algo que no se debe decir

 

Es igual, Marlaska asegura que todo va bien y que si algo va tan mal que no puede ocultarse, no lo duden: la culpable es la ultraderecha. Mismamente, los que rezan el rosario en Ferraz, gente violenta de lo más preocupante.

Todo lo que digo es un clamor ciudadano pero bien puede negarse aludiendo a que se trata de desinformación, de 'fake news' y, como en el chiste del franquismo, menos viajar y más leer la prensa. Bueno, ahora diríamos, menos mirar y más ver la tele.

Los españoles tenemos la obligación de proteger más, mucho más, a nuestras mujeres

 

Para terminar, ¿existe una relación directa entre el aumento de la inmigración ilegal, sobre todo musulmana, y las violaciones sexuales y falta de respeto en general, a la mujer? Por supuesto, pero esto es algo que tampoco se puede decir. Podría resultar delito de odio. Pero lo cierto es que los españoles tenemos la obligación de proteger a nuestras.

Dos españas: la que tiene medios para defenderse y la que vive vida de topo para no no tener que defenderse. Así, no es de extrañar que Juan Español tenga miedo. Pero el culpable no es Marlaska, sino la ultraderecha.