Vox ha acusado al PSOE de querer «borrar su pasado criminal» en Cantabria
Una infame ley intenta borrar más de 1.300 asesinatos perpetrados por izquierdistas
Una vez más, la izquierda vuelve a demostrar la miseria moral que esconde detrás de términos engañosos como «memoria histórica» o «memoria democrática».
Una ley aprobada por PSOE y PRC con el rechazo de toda la oposición
Este lunes, el Parlamento de Cantabria aprobó una ley regional de memoria histórica con los votos a favor del PSOE y de sus aliados del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), y con el voto en contra de los tres partidos de la oposición: el PP, Cs y Vox, que han tachado esa nueva norma como «sectaria» e «ideológica» y han denunciado que «olvida a la mitad de las víctimas».
La izquierda asesinó a 1.307 personas en esa provincia en sólo 13 meses
Al comienzo de la Guerra Civil Española, la provincia de Santander quedó en manos del bando republicano durante 13 meses, entre el 18 de julio de 1936 y finales de agosto de 1937, cuando llegaron las tropas del bando nacional. Además, a las autoridades republicanas de esa provincia quedaron también sometidos varios pueblos de Burgos y de Palencia, que permanecieron en manos de la izquierda durante ese periodo. Según un exhaustivo estudio publicado en 2016 detallando todas las víctimas de la Guerra Civil en esa provincia, en esos 13 meses la izquierda asesinó en esa zona a 1.307 personas, una cifra que incluye a 1.156 cántabros, 68 forasteros, veraneantes y estudiantes a los que el estallido de la guerra les sorprendió allí, 10 personas con domicilio indeterminado y 73 vecinos de esos pueblos de Burgos y Palencia que quedaron adscritos a Santander.
La nueva ley omite toda referencia a los crímenes del bando republicano
A pesar de ello, el texto de la ley aprobado este lunes (ver PDF) omite toda referencia a esos crímenes. Su Artículo se limita a hablar de «los hechos de violencia o persecución que padeció el pueblo cántabro durante la Guerra Civil y la Dictadura franquista por su lucha por los derechos y libertades», como si la izquierda socialista y comunista -que entonces abogaban por una «dictadura del proletariado»- defendiese las libertades. El Artículo 4a habla de «la reparación para con las víctimas cántabras del golpe militar y la Dictadura franquista», omitiendo a las víctimas de los asesinatos cometidos por el bando republicano.
También esconde la sangrienta persecución religiosa contra los católicos
El Artículo 5 de la ley afirma que «tendrán una consideración particular los siguientes colectivos», citando a las víctimas del «golpe militar y la Dictadura franquista», pero no a las víctimas de los crímenes de la izquierda. También cita a los que «sufrieron represión por su orientación sexual», a los miembros de la «guerrilla antifranquista», e incluso menciona a «logias masónicas» y al «movimiento feminista», pero omite toda referencia a los asesinados por el bando republicano y a las víctimas por razón de sus creencias religiosas.
Entre estas últimas víctimas figuran, por ejemplo, 80 católicos asesinados por su fe en Cantabria que están en proceso de beatificación (68 sacerdotes, 3 religiosos carmelitas, 3 seminaristas diocesanos y 6 seglares), la mayoría de los cuales «fueron arrojados a la mar con las manos y los pies atados a piedras para que no salieran a la superficie». Algunos de los cadáveres aparecieron en las playas de Cantabria y otros incluso en las de Francia tras romperse las cuerdas que les ataban a esas piedras. Es por ello que el diputado de Vox Armando Blanco ha acusado al PSOE de querer «borrar su pasado criminal».
Así mismo, el Artículo 17 de esa ley establece «una fecha simbólica, que sirva cada año como día de recuerdo y homenaje a las víctimas del golpe militar y la represión de la Dictadura». Como ocurre con las demás disposiciones de esa ley, las víctimas del bando republicano serán excluidas de ese día de homenaje.
De los cinco partidos cántabros, sólo el PSOE estuvo involucrado en esa guerra
Hay que tener en cuenta que de los cinco partidos con representación en el Parlamento cántabro, sólo uno -el PSOE- existía en 1936 y estuvo implicado en crímenes de guerra y de lesa humanidad. Crímenes que van desde la Masacre de Paracuellos de 1936, perpetrada bajo el mandato del socialista Largo Caballero como presidente del gobierno, hasta las casi medio centenar de chekas del PSOE -auténticos centros de tortura- ya sólo en Madrid, pasando por la participación de miembros del PSOE en asesinatos en la retaguardia y en la persecución religiosa desatada por la izquierda contra los católicos.
¿En qué cabeza cabe que se permita a un partido implicado en esos crímenes el borrar todo rastro de los mismos? ¿En qué cabeza cabe que se permita a un partido con esa historia tan sangrienta y criminal imponer a toda la sociedad su sesgada, interesada y perversa lectura de esa parte de nuestra historia, pasando por encima de los derechos constitucionales de los ciudadanos? Una ley totalitaria como ésa es impropia de una democracia, y su afán por ocultar a las víctimas de la izquierda se merece el rechazo de cualquier demócrata.
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