La extrema izquierda está promoviendo discursos antiblancos y antisemitas
Racismo comunista: un cáncer ideológico que está infectando algunas democracias
La izquierda suele asociar el racismo con la derecha, pero en varios países existe desde hace décadas un racismo de inspiración marxista que va en aumento.
Los Panteras Negras: una organización racista implicada en asesinatos, torturas y violaciones
La repugnante deriva racista y cristianófoba de Black Lives Matter que los medios ocultan
La ultraizquierda cambia la lucha de clases por la lucha de razas
En las últimas décadas, y ya desde antes de la caída del Muro de Berlín, la tesis marxista de la lucha de clases, que hablaba sobre burgueses opresores y proletarios oprimidos, está siendo aplicada a otros ámbitos para crear nuevas clientelas políticas para los grupos comunistas. Ya lo hemos visto en el caso de la ideología de género, surgida de la izquierda y que considera que las mujeres están oprimidas por los hombres. También hay, desde hace años, un nacionalismo marxista que habla de naciones oprimidas y opresoras, identificando generalmente a los países europeos entre las segundas. Este discurso es el que aplican movimientos separatistas de ultraizquierda en España y otros países.
En esa obsesión de cierta izquierda por agrupar a las personas en colectivos de opresores u oprimidos también se incluye la raza como otro elemento de confrontación. Hace dos años ya expliqué aquí que una parte de la izquierda está aplicando ya la tesis de la lucha de clases a las razas, promoviendo la idea de que existe una raza opresora (los blancos o europeos) y razas oprimidas (las demás). De hecho, grupos izquierdistas hablan de personas «racializadas» para referirse a las supuestamente oprimidas por su raza.
Eldridge Cleaver -dirigente de la sección internacional del partido de los Panteras Negras- y su mujer Kathleen, junto a un cartel del FBI reclamando su captura. Cleaver estaba condenado a 30 años de prisión como violador en serie. Esa organización comunista y racista se vio implicada con frecuencia en robos, violaciones y asesinatos, incluso de miembros del propio partido.
El precedente del partido racista y comunista de los Panteras Negras
Este racismo comunista no es nuevo. Ya surgió en Estados Unidos en la segunda mitad de la década de 1960 con el partido de los Panteras Negras, una organización marxista y racista que apoyó a las dictaduras comunistas de Corea del Norte, China y Vietnam y que exigía privilegios legales para la población afroamericana, como la exención del servicio militar y la liberación de todos los presos de raza negra recluidos en las cárceles del país.
Los Panteras Negras se convirtieron en una organización puramente criminal. Ya sólo en 1969, 348 miembros de los Panteras Negras fueron detenidos por cargos de robo, violación y asesinato. La escisión del partido en 1971 acabó en una auténtica batalla mafiosa entre sus dos facciones, en la que se llegó a asesinar a una madre embarazada y a su hijo por nacer por ser la esposa de un disidente expulsado. Lejos de abominar de esa organización mafiosa, en 2016 el comunista español Pablo Iglesias -que más tarde llegó a ser vicepresidente de España- elogió a los Panteras Negras como una «referencia de dignidad».
Terroristas del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), una organización criminal comunista y antisemita, en una marcha realizada en la Universidad de Belén el 8 de diciembre de 1994.
El FPLP: comunismo antisemita en Palestina
Al mismo tiempo que los Panteras Negras surgían en EEUU, en Oriente Medio apareció otro grupo comunista y racista: el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), que bajo la etiqueta del «antisionismo» ha ejercido un antisemitismo puro y duro, plasmado en atentados como el perpetrado contra una sinagoga de París en octubre de 1980, con cuatro personas asesinadas.
A pesar del antisemitismo del FPLP y de su condición de organización terrorista (está clasificado como tal por la Unión Europea), en septiembre de 2017 el eurodiputado español Javier Couso, de la coalición comunista Izquierda Unida, invitó al Parlamento Europeo a una conocida dirigente del FPLP, Leila Khaled. Una vez allí, en una conferencia pública Khaled justificó el secuestro de aviones por terroristas del FPLP, mientras el eurodiputado comunista le aplaudía. Casualmente, Izquierda Unida está aliada con otro partido de ultraizquierda, Podemos, cuyo líder es el antes citado Pablo Iglesias. Otro partido español de ultraizquierda, el BNG, suele invitar al FPLP a sus mítines todos los años.
Manifestantes de Black Lives Matter en Londres. Este movimiento racista y comunista surgió en EEUU y en 2020 provocó una grave ola de terrorismo callejero en ese país.
El movimiento racista y ultraizquierdista de Black Lives Matter
Otro grupo ultraizquierdista y racista muy activo hoy en día -y también muy violento- es Black Lives Matter. El año pasado, uno de sus dirigentes, Shaun King, animó a derribar todas las estatuas dedicadas a Jesucristo tachándolo de «blanco europeo», a pesar de que en realidad era un judío nacido en Judea, en el continente asiático. Claro que para el dirigente del BLM viene a ser lo mismo: King también ha sido acusado de antisemitismo por su apoyo a Louis Farrakhan, líder de la organización Nación del Islam y conocido antisemita. En julio de 2020, el Jewish Journal denunció el creciente antisemitismo de BLM, con episodios como el ataque a un vecindario judío y a una sinagoga en Los Ángeles.
Miembros del sindicato estudiantil comunista UNEF, que ha provocado una gran polémica en Francia al llevar a cabo reuniones en la que se prohíbe la asistencia de personas blancas.
Polémica en Francia por el racismo en el sindicato comunista UNEF
Volviendo a Europa, estas últimas semanas el sindicato estudiantil comunista UNEF ha provocado una polémica en Francia por organizar reuniones «no mixtas» que prohibían la asistencia de estudiantes blancos. Una dirigente del sindicato justificó esa exclusión racista con este argumento: «Organizamos encuentros para que las mujeres puedan expresar la discriminación que pueden sufrir, y organizamos encuentros para que las personas afectadas por el racismo puedan expresar a qué son sometidas».Además, en vez de condenar esa actitud racista, confirmó que esos vetos racistas se llevan a cabo desde 2010.
El hecho ha provocado un terremoto político en Francia, incluso dentro de la propia izquierda. El ministro francés de Educación, Jean-Michel Blanquer, ha tachado la posición de la UNEF de «acto racista» y «profundamente escandaloso», al tiempo que ha anunciado iniciativas legales para poner freno a esa clase de discriminaciones. Desde la oposición de centro-derecha se ha pedido al ministro del Interior que disuelva la UNEF, calificando su posición racista como «antirrepublicana». Esta semana la polémica ha aumentado cuando una candidata regional del Partido Socialista en la Isla de Francia, Audrey Pulvar, ha defendido que a un hombre o una mujer blanca «podemos pedirle que guarde silencio, pedirle que sea un espectador silencioso».
El racismo de extrema izquierda en España
Esta misma semana, en Barcelona (España), un dirigente de raza negra del partido conservador Vox fue víctima de un plante parlamentario en el que una diputada de ultraizquierda le mostró un cartel con una esvástica en el Parlamento regional catalán. Las críticas contra personas negras por apoyar a Vox han sido constantes, como si tener una raza te obligase a suscribir ciertas ideas políticas. Por otra parte, el año pasado, el diario ultraizquierdista Público difundió un artículo exigiendo a las «feministas blancas» reconocer los «espacios no mixtos»: «las personas negras necesitamos espacios para debatir de forma segura. Esos espacios deben ser libres de personas blancas». Algo puramente delirante.
Mientras llama «racista» a la derecha por cosas como criticar el Islam (algo que no tiene nada de racismo), la izquierda está intentando trasladar a España el mismo discurso racista de la izquierda francesa y americana. Un cáncer ideológico que amenaza con infectar nuestra democracia, apelando al «antirracismo» para introducir en nuestra sociedad discursos de odio claramente racistas que se dedican a señalar a personas como «opresoras» o «privilegiadas» por el color de su piel. El racismo es basura, sea del tipo que sea, y el racismo comunista es tan odioso y tan repulsivo como el racismo nazi.
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