martes, 12 de diciembre de 2023

Quien amenaza, disculpa?

Las barbaridades que socialistas y comunistas vienen haciendo desde hace años

Santiago Abascal y la piel fina de la izquierda, que ha dicho y ha hecho cosas como éstas

Durante demasiado tiempo, la izquierda ha impuesto en España una doble vara de medir para sus acciones y para las acciones de los demás.

Las fotos de Abascal en Israel, reparando la imagen de España dañada por Sánchez
La coherencia de Vox ante el reparto de cargos entre el PP y los partidos del golpe

Un gobierno aliado con comunistas, golpistas y simpatizantes de ETA

Cualquier barbaridad que haga o diga la izquierda es justificable a sus ojos. Ahí tenemos el ejemplo del gobierno actual: Sánchez se ha aliado con los comunistas (un movimiento totalitario que ha matado a más de 100 millones de personas), con los simpatizantes de la banda terrorista ETA (que aún hoy siguen negándose a condenar los crímenes de esos asesinos y continúan organizándoles homenajes) y con los golpistas que en 2017 intentaron romper la unidad nacional mediante la violecia, un grave ataque a nuestro Estado de Derecho que Sánchez ha decidido borrar con una amnistía a cambio del apoyo de esos antidemócratas.

Las palabras de Abascal en el diario argentino Clarín

Ayer, durante su visita a Argentina para asistir a la ceremonia de investidura de Javier Milei como presidente de ese país, el presidente de Vox, Santiago Abascal, concedió una entrevista al diario argentino Clarín. En ella, el entrevistado señaló:

"Tenemos un gobierno que ha pactado con todos los enemigos de la unidad de España, con el separatismo, con el terrorismo. Ha introducido al comunismo en el Gobierno. Tiene ministros que no condenan los atentados terroristas de Hamás, que son lo más horripilante que hemos podido conocer en nuestro presente. Y un gobierno así tiene que ser calificado de una manera muy dura".

Abascal también denunció que "el Gobierno en España está aboliendo el Estado de Derecho, está suprimiendo el Poder Judicial, está asaltando la Constitución". Más adelante, en la misma entrevista, el presidente de Vox añadió: "Yo tengo unos principios. No puedo venderlos. Sánchez no tiene ninguno. Puede pisar las leyes, puede hacer cualquier cosa, puede poner en riesgo la unidad nacional. Eso le da una ventaja competitiva. Habrá un momento, dado que el pueblo querrá colgarlo de los pies".

Hay que señalar que la transcripción que hizo Clarín de las palabras de Abascal no es completa: están sacadas de contexto. Aquí se puede escuchar su declaración completa, sin recortes:

El cínico escándalo de una izquierda que no condena los crímenes más atroces

Como era previsible, la izquierda se ha escandalizado por esta última afirmación. Sí, la misma izquierda que gobierna aliada con los simpatizantes de ETA, la misma izquierda que hace dos años se negó a condenar los crímenes del comunismollegando a afirmar que los comunistas son "luchadores por la libertad", expresión en la que coincidieron el PSOE y sus aliados ultraizquierdistas de ERC y del BNG.

Dirigentes del PSOE acusan ahora a Abascal de proferir una "amenaza". Desde su cuenta oficial de Twitter, el PSOE ha exigido al Partido Popular (PP) que rompa sus pactos con Vox. Sí, el mismo PSOE que está aliado con quienes no condenan los asesinatos de más de 800 españoles, niños incluidos. Vaya cara más dura. A su vez, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha condenado esas palabras de Abascal, y lo ha hecho días después del reparto de cargos entre el PP, el PSOE y sus aliados en el Congreso, en pleno golpe socialista contra el Estado de Derecho.

Una ministra del PSOE deseó ver a Esperanza Aguirre «colgada» de una catenaria

Una vez más, el problema de la izquierda y del PP son las hemerotecas. En 2007, la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez (del PSOE), se refirió a la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre (del PP), afirmando"en el único sitio en la estación de la Terminal 4 en el que podía haber estado porque es de la Comunidad de Madrid es o tumbada en la vía o colgada en la catenaria". En vez de condenar sus palabras, el PP se limitó a decir que era "una broma de muy mal gusto".

Yolanda Díaz lamentó que no se hubiese «guillotinado a un rey»

En 2014, la comunista Yolanda Díaz, hoy vicepresidenta del gobiernolamentó no "cortado la cabeza, guillotinado a un rey", unas palabras referidas al entonces jefe del Estado, Juan Carlos I. Eso lo dijo en un programa del canal V Televisión, emitido en Galicia. Aquí el vídeo:

Yolanda Díaz nunca se ha retractado por esas declaraciones, que el PSOE no condenó, a pesar de haber sido emitidas -repito- en un canal de televisión. Hoy en día, Sánchez no tiene reparos en mantener a Díaz como vicepresidenta en su gobierno. Recordemos, además, que Feijóo era entonces presidente del gobierno de Galicia, es decir, de la comunidad autonómica en la que se emitieron esas declaraciones, y no dijo nada al respecto. ¿Será porque nadie se lo dijo?

Cargos electos y candidatos del PSOE simularon haber guillotinado a Rajoy

En 2015, en un acto oficial, cargos electos y candidatos del PSOE de Alicante simularon haber guillotinado a Mariano Rajoy, entonces presidente del gobierno. Las juventudes del PSOE incluso posaron junto a la cabeza simulada de Rajoy, publicando la foto del actoEl PSOE no condenó estos hechos y no tomó ninguna medida contra los autores de esta infamia.

Las graves amenazas contra Vox y contra Abascal que el PSOE no condenó

En noviembre de 2018, un grupo de ultraizquierdistas intentó reventar un acto de Vox en Murcia con gritos como "Ortega Lara de vuelta al zulo" (en referencia al fundador de Vox que estuvo 532 días secuestrado por ETA), "machista muerto abono pa mi huerto""Sin piernas y sin brazos, fascistas a pedazos" y "fascista pardillo tu boca en el bordillo"El PSOE no condenó estas expresiones violentas. Aquí el vídeo:

En abril de 2019, unos comunistas amenazaron de muerte al presidente de Vox en La Coruña con gritos de "Abascal a la guillotina", unos gritos proferidos a unos metros del recinto en el que Vox había organizado un acto público. El PSOE no condenó estas amenazas y Feijóo no dijo nada al respecto, a pesar de que esos hechos ocurrieron en Galicia y mientras él era presidente de esta comunidad:

En junio de 2020, en Mos (Pontevedra), matones de ultraizquierda amenazaron de muerte a Abascal y a otros miembros de Vox, amenazas lanzadas en presencia de la Guardia Civil sin que hubiese ninguna detención. Las amenazas fueron lanzadas contra la presentación de candidatos de Vox para las elecciones gallegas. El PSOE no condenó esas amenazas y Feijóo tampoco se pronunció, a pesar de que era todavía presidente del gobierno autonómico de Galicia:

Ahora, el PSOE, que no condenó esas amenazas y que no ha condenado ninguna de las agresiones que ha sufrido Vox desde que llegó a las instituciones en diciembre de 2018, hace ya cinco años, ahora finge tener la piel fina, mientras mantiene como vicepresidenta a la que lamentaba no haber guillotinado a un Rey, mientras mantiene una alianza con los simpatizantes de ETA y mientras se alinea en la ONU con los aliados de los terroristas de Hamás. Y Feijóo, una vez más, exhibe su incoherencia, condenando las palabras de Abascal después de haber callado ante las amenazas contra Vox que acabamos de repasar.

La izquierda no tiene autoridad moral para rechazar las palabras de Abascal

En condiciones normales, con un gobierno decente, se podría decir que Abascal estuvo desacertado. No es así. Tenemos un gobierno infame, que se ha aliado con la extrema izquierda violenta, que no condena las agresiones ni las amenazas contra Vox y que mantiene como vicepresidenta a una salvaje que sueña con guillotinar a un Rey. 

En estas condiciones, lo único que puedo decir de las palabras de Abascal es que se limita a administrar a la izquierda una dosis mínima de su propio jarabe. Es lo que hizo Milei en Argentina, harto de aguantar décadas de barbaridades de la izquierda y harto también de una derecha flemática que se deja aplicar esa doble vara de medir por la izquierda, una izquierda cínica e hipócrita que exhibe su odio y su violencia, y después pretende que la derecha se comporte con delicadeza, mesura y exquisita educación. Pues va a ser que no. Socialistas y comunistas han perdido toda autoridad moral, si alguna vez la tuvieron, para condenar esas palabras o para fingir siquiera indignación.

A su vez, el PP, antes de condenar las palabras de Abascal, debería empezar por condenar las amenazas de muerte lanzadas por ultraizquierdistas contra Abascal en Galicia, unas amenazas ante las que Feijóo guardó silencio tal vez porque estaba empeñado en marcar distancias con Vox a cualquier precio mientras el hoy presidente del PP proponía una alianza con el PSOE. No nos hemos olvidado.


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