Recoge la propia compañía en su página web que "Coca‑Cola sigue manteniéndose fiel al legado de integración de su publicidad. Seguramente muchos recuerden el mítico anuncio Hilltop, un himno a la paz en plena guerra de Vietnam; y más recientemente Together is beautiful, en el que un elenco de personajes animados disfruta del gran sabor de Coca‑Cola sin importar su nacionalidad, color de piel o religión; o Es hora de juntarnos a comer, que nos recuerda que cuando el mundo decide con la cabeza, separa y, cuando decide con el estómago, se junta. Así, Coca‑Cola continúa utilizando la fuerza de sus marcas para enviar un mensaje de mayor entendimiento, unidad, respeto y tolerancia.

El compromiso de Coca‑Cola con la diversidad es profundo y de largo alcance, desde el convencimiento de que hay que celebrar las diferencias y solo trabajando juntos generaremos cambios que nos garanticen un crecimiento sostenible, ético y comprometido con las personas y el entorno. No es un camino sencillo, pero cada iniciativa cuenta; cada paso, por pequeño que sea, nos acerca cada vez más al objetivo. Siempre hacia adelante, avanzando. Juntos".

A juzgar por la siguiente información, no parece tan claro ese compromiso de la compañía por una mayor tolerancia hacia todas las religiones. Y es que, según Punto diario, en una publicación de un usuario de Facebook, Antwoine Hill, demostró en una tienda de Coca-Cola cómo podía escribir los nombres de varias figuras religiosas, incluidos “Alá” y “Satanás”, pero no “Jesús”. Cuando intentó imprimir “Jesús”, Hill recibió una mensaje de error mostrando, “Lamentablemente, no podemos permitir automáticamente este texto en la lata”.

Entre los consejeros de Coca-Cola figura la española Ana Botín, presidenta del Banco Santander y en la compañía paralela, la embotelladora, la también española Sol Daurella. Podían hacer algo para evitar tanta cristofobia.

 

Cuando el Daily Dot intentó crear una lata personalizada con el nombre “Jesús” en el sitio web de Coca-Cola, recibió un mensaje de error similar. Según la empresa, las frases pueden ser rechazadas por diversos motivos, entre ellos, que sean marcas registradas o potencialmente ofensivas.

La versión actualizada ahora prohíbe todos los apodos que sean «marcas registradas, de naturaleza política, nombres de países, celebridades, figuras religiosas, así como cualquier cosa que pueda considerarse ofensiva por otras razones», dice la herramienta de personalización.

En redes sociales, muchos usuarios empezaron a llamar al boicot de la marca, y algunos comentaron irónicamente: «Es curioso cómo estas cosas siempre parecen ir en una dirección», argumentando que la compañía estaba siendo injusta y ofensiva hacia la fe cristiana. «No deberíamos apoyar a una empresa que muestra una clara falta de respeto hacia los cristianos mientras permite otras referencias religiosas», comentaba un internauta en una conocida plataforma. Este sentimiento ha sido compartido por miles de personas, quienes consideran que Coca-Cola está alienando a una parte importante de su base de clientes.

Ante el creciente rechazo, la empresa aún no ha emitido una declaración formal que explique el motivo detrás de la prohibición del nombre «Jesús» en las latas personalizadas. Sin embargo, fuentes cercanas a la compañía sugieren que la intención podría haber sido evitar conflictos religiosos o malentendidos. Esto, sin embargo, no ha calmado los ánimos de quienes interpretan esta decisión como una postura antirreligiosa. La falta de claridad por parte de Coca-Cola solo ha incrementado las críticas, que continúan multiplicándose a lo largo de diferentes sectores de la sociedad estadounidense.