viernes, 6 de septiembre de 2024

La vida sigue igual

transporte por carretera incertidumbre

El sector del transporte por carretera acomete la recta final del año con una aparente tranquilidad, aunque con la vista puesta en la caída de la demanda de transportes, precios y costes y la falta de crónica de conductores

“Las vacaciones son un período de actividad tan intenso que solo puede realizarse tres o cuatro semanas al año”. Eso es al menos lo que nos decía un tal Miles Kington, un periodista y columnista británico, haciendo gala de esa “flema” y esa  ironía tan de las islas del brexit.  Si preguntáramos en nuestro país, estoy seguro de que no obtendríamos la misma respuesta. 

Sea como sea, lo cierto es que las vacaciones se han acabado (para la inmensa mayoría), y con las pilas recargadas,  toca volver al día día, a la rutina del trabajo, (que según dicen dignifica a hombres y mujeres) aunque en estos primeros días de reencuentro no nos lo parezca.

Los problemas de los  transportistas 

Para los profesionales del transporte, aquellos que han tenido la suerte de poder juntar unos días de asueto (que no son  ni mucho menos todos) la vuelta al “cole” se va a producir en un contexto de falsa continuidad. Es decir, aparentemente nada ha cambiado, salvo que trascurre el tiempo y no se vislumbran mejoras a corto plazo, para un sector que empieza a sentir en el cogote el aliento de algunos problemas en ciernes.


Mejorar la dependencia sobre la oferta y demanda en términos de teoría económica no es posible, entraríamos en el anatema de prohibir trabajar por debajo de  la línea que delimitan los costes de explotación:, difícil de implementar (cada transportista tiene los suyos ) e imposible de defender ante  unas empresas cargadoras de enorme poder

La lenta pero sistemática caída de la demanda de transportes, que ya encadena unos cuantos trimestres, anticipa un desequilibrio del mercado que acabará repercutiendo en las tarifas que cobran los transportistas, siempre a expensas de la ley de la oferta y la demanda. 

Falta de conductores profesionales

Además, tampoco se atisba una solución, ni siquiera a vista de pájaro, para el acuciante problema de la falta de conductores. Los últimos estudios sobre la escasez de conductores en 2024 muestran que casi la mitad (el 48%) de las empresas europeas esperan tener más dificultades para cubrir puestos de conductores de camiones el próximo año. Este enorme problema se traduce en un incremento de costes laborales para las empresas de transporte.  Mas costes y menos trabajo…un tándem que no traerá nada bueno

Mejorar la dependencia sobre la oferta y demanda en términos de teoría económica no es posible, entraríamos en el anatema de prohibir trabajar por debajo de la línea que delimitan los costes de explotación: difícil de implementar (cada transportista tiene los suyos ) e imposible de defender ante  unas empresas cargadoras de enorme poder. Es cierto que desde el Comité Nacional de Transportes por Carretera se ha hecho un esfuerzo muy importante (aún está en marcha) por sacar adelante algo que se le parezca, con una derivada muy interesante en la línea de controlar mucho más la cadena de transporte para poner coto a la subcontratación indiscriminada. Veremos si se consigue.

De momento, sería de gran ayuda que la administración intentara por todos los medios hacer cumplir las medidas ya adoptadas. Nos consta que siguen incumpliéndose medidas como retrasos en los plazos de pago o en materia de carga y descarga. Así lo atestiguan muchas de las más de 10.000 denuncias anónimas recibidas en el buzón de denuncias habilitado por el Ministerio de Transportes a petición del CNTC desde hace dos años. 

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