El Gobierno se plantea prohibir el Síndrome de Alienación Parental (manipulación de un hijo por parte de un progenitor, para dañar al otro), un concepto "ampliamente desacreditado por la comunidad científica"... según Sira Rego
Lógico. La muy feminista ministra de Infancia y Juventud quiere cerrar la posibilidad de que la ley deje impune la costumbre de muchas separadas de criticar al padre ante su hijo, para así separarle de él.
El Gobierno se plantea prohibir el Síndrome de Alienación Parental (manipulación de un hijo por parte de un progenitor, para dañar al otro), un concepto "ampliamente desacreditado por la comunidad científica"... según Sira Rego
El Gobierno reformará la ley integral de protección a la infancia (LOPIVI),para reforzar algunos puntos que considera que necesitan más desarrollo y prohibir explícitamente el síndrome de alienación parental (SAP) (teoría que sugiere que una madre o padre manipula a sus hijos para que rechacen al otro progenitor y que algunos jueces aplican en casos de litigios familiares.). Así lo ha anunciado la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego (cuota comunista de Sumar), cuyo departamento ha abierto un proceso de consulta pública para acometer esa modificación legislativa.
La reforma, según Rego, tendrá como "elemento central" la "prohibición explícita" del SAP, un concepto "ampliamente desacreditado por la comunidad científica" que, ha denunciado, se ha usado como herramienta para "perpetuar dinámicas de violencia machista" y "revictimizar a las personas menores y a las mujeres", como se ha visto en España en casos como el de Juana Rivas o María Salmerón.
Recordemos que el caso de Juana Rivas es el de una de las madres protectoras de Irene Montero, condenada por sustracción de menores tras desaparecer con sus dos hijos y que recibió después un indulto parcial. En el transcurso de su proceso judicial Juana Rivas pidió que no se pudieran volver a investigar jamás los presuntos abusos sexuales que uno de sus hijos habría sufrido mientras ella los mantenía secuestrados de su padre, en concreto en el mes de abril de 2017.
A lo largo de estos años, el hijo mayor de Francisco Arcuri, Gabriel, ha denunciado reiteradamente los supuestos malos tratos sufridos a manos de su padre. En 2018, el diario ABC incluso recibió una carta teóricamente escrita por él en la que llegaba a decir que tenía miedo de que su padre les matase. Sin embargo, ni psicólogos ni jueces han dado nunca credibilidad a tales acusaciones, porque jamás se han encontrado pruebas, porque su actitud nunca ha casado con sus palabras y porque ha quedado constatado que el secuestro perpetrado por Juana Rivas —por el que fue condenada en sentencia firme— "favoreció la estructuración de un proceso de alienación de la figura paterna".
La ministra de Infancia y Juventud denuncia que es una herramienta para "perpetuar dinámicas de violencia machista" y "revictimizar a las personas menores y a las mujeres", como se ha visto en España en casos como el de Juana Rivas o María Salmerón
En la actualidad, la Fiscalía italiana ha reabierot el caso de los presuntos malos tratos del exmarido de Juana Rivas, Francesco Arcuri, a pesar de que que los Servicios Sociales y la propia jueza defendieron en su día a Francesco Arcuri y tacharon a Rivas de "manipuladora". A lo largo de estos años, el hijo mayor de Francisco Arcuri, Gabriel, ha denunciado reiteradamente los supuestos malos tratos sufridos a manos de su padre. En 2018, el diario ABC incluso recibió una carta teóricamente escrita por él en la que llegaba a decir que tenía miedo de que su padre les matase. Sin embargo, ni psicólogos ni jueces han dado nunca credibilidad a tales acusaciones, porque jamás se han encontrado pruebas, porque su actitud nunca ha casado con sus palabras y porque ha quedado constatado que el secuestro perpetrado por Juana Rivas —por el que fue condenada en sentencia firme— "favoreció la estructuración de un proceso de alienación de la figura paterna".
Y, en el caso de María Salmerón, otra de las "madres protectoras" citadas por Irene Montero, fue la propia Salmerón la que pronunció estas palabras: "El Gobierno ha enarbolado la bandera del feminismo, cuando es mentira. Pero, las mujeres no somos tontas y en las próximas elecciones, allí lo veremos". Una madre protectora que, curiosamente, no se sintió protegida por el gobierno de Montero, ni ella, ni tampoco cree que lo estén el resto de mujeres.
Volviendo a la supresión del Síndrome de Alienación Parental, Sira Rigo argumentaba: "La falta de una prohibición explícita deja márgenes de interpretación que permiten que se siga aplicando en ciertos contextos judiciales, y esto creemos que no puede seguir así, porque, además, un maltratador no puede ser un buen padre" (si la maltratadora es la madre, no sabemos qué opina la señora ministra) ha defendido Sira Rego, antes de insistir en la necesidad de acabar con esa "ambigüedad" que persiste a la hora de proteger a las infancias y que tiene su peor manifestación en la violencia vicaria. Otro concepto que se aplica en el caso de hombres agresores, pero no tanto en el de mujeres.
Estos casos nos demuestran el peligro de modificar una ley para llegar a conclusiones como la de la ministra: "Un maltratador no puede ser un buen padre", lo que conllevaría que no se le permitiría ver a sus hijos... Pero, ¿y si no es un maltratador?. Quizá debiéramos preguntar a la ex ministra de Igualdad, quien acusó al ex marido de María Sevilla, (asesora de Podemos en temas de infancia, condenada a dos años por sustracción parental y posteriormente indultada por el Gobierno Sánchez), Rafael Marcos de "maltratador" en un acto público... y al final, la ahora eurodiputada fue condenada por el Tribunal Supremo por vulneración del derecho al honor, al pago de 18.000 y a eliminar un tuit en su red X.
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