Alientan el acoso político y después se escandalizan por el acoso escolar
La muerte de una niña de 14 años y la grave responsabilidad de ciertos políticos y medios
Una muerte violenta siempre es algo terrible, pero lo es especialmente cuando hablamos sobre la muerte de un niño o una niña.
Este miércoles se conoció la noticia del suicidio de una niña de 14 años en Sevilla, que se arrojó al vacío desde su hogar tras llegar del colegio. La niña estaba siendo acosada por otras chicas pero el colegio no tomó ninguna medida al respecto. Este tema me enfada especialmente desde hace muchos años, porque he vivido situaciones de acoso escolar muy de cerca y sé lo duro que es verse sumido en esa situación.
Tengo amigos que trabajan en el ámbito educativo y, por lo que me cuentan, lamentablemente este tipo de situaciones son habituales. Algunos políticos y medios de comunicación dedican muchos esfuerzos a denunciar discriminaciones reales o imaginarias, pero los casos reales de acoso escolar sufridos por menores de edad siguen sin merecer la merecida atención por parte de la sociedad. Generalmente sólo ponen el foco en ello quienes sufren ese problema, y con demasiada frecuencia se llega tarde, cuando un menor de edad ya ha decidido quitarse la vida porque no soporta más ese acoso.
Sinceramente, espero que la Justicia actúe en este caso contra las niñas que cometieron ese acoso y contra el colegio que no actuó, porque las primeras son responsables del trágico final de su compañera por acción, y el centro educativo lo es por omisión. No obstante, creo que las responsabilidades no se agotan ahí.
Desde hace años estamos asistiendo a situaciones de acoso por motivos políticos en España, con mucha frecuencia procedentes de la izquierda y alentadas por el propio poder político. Hace un mes vimos al gobierno alentando un acoso violento contra una prueba deportiva simplemente porque había un equipo ciclista que llevaba el nombre de Israel. Hace cuatro años, desde ese mismo gobierno se justificó agresiones a pedradas contra rivales políticos, incluidos diputados de la oposición, acusando a los agredidos de "provocar": el famoso argumento de la minifalda al que se acogen muchos violadores.
Ayer mismo, un periodista crítico con la izquierda sufrió un acto violento de acoso en Barcelona por parte de matones de extrema izquierda que querían impedir que ofreciese una conferencia. Algunos medios han criminalizado al acosado calificándole como "agitador ultra" y "agitador de extrema derecha", consigna que han difundido medios como El País, El Periódico, Público, La Sexta, La Vanguardia y Huffpost, todos ellos alineados ideológicamente con la izquierda, unos medios que no han hecho ni la más leve crítica a los acosadores.
Así pues, el mensaje que muchos niños y jóvenes reciben de ciertos políticos y medios es que el acoso está justificado por motivos ideológicos, bajo la premisa de que los acosados son los malos y por ello se blanquea de una forma descarada la violencia contra ellos. ¿Los políticos y periodistas que blanquean y alientan el acoso por motivos políticos nos van a decir ahora que el acoso escolar está mal?
El mensaje que esa izquierda cada vez más extremista lanza a los jóvenes es que acosar es un medio legítimo para conseguir ciertos objetivos. Están aleccionando a los jóvenes para que recurran a la violencia contra los demás y después fingen estar conmocionados por el resultado. Así es como podríamos resumir la situación creada en España por una izquierda psicópata e incendiaria, una izquierda extremista que no tiene reparos en romper nuestra convivencia para obtener réditos políticos, sin importar el peligroso mensaje que transmite a niños y jóvenes.

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